A la hora de viajar siempre queremos hacerlo con el mejor equipo posible pero teniendo en cuenta las limitaciones de peso, transporte, los problemas del equipaje en un aeropuerto y de llevar mucho peso con nosotros durante nuestras salidas.
Por eso, muchos piensan en llevar todo en versión reducida como por ejemplo trípodes más pequeños y a veces de calidad inferior y no piensan en el monopié como una gran alternativa para las fotografías de viajes. Por eso, hoy vamos a descubrir las ventajas del monopié para fotógrafos de viajes.
¿Cómo usar un monopié para conseguir mejores fotografías de viajes?
En la fotografía de viajes es importante captar monumentos, plazas y edificios, pero uno de los aspectos más interesantes de la fotografía de viajes es captar la vida de los lugares que se visitan.
Así que las celebraciones, las fiestas y los eventos multitudinarios son ideales para captar la esencia de una ciudad.
Disfruta entre la multitud en fiestas, celebraciones tradicionales y eventos con un monopié profesional. El monopié te permite moverte tranquilamente tratándolo como un apéndice de la cámara.
Puedes levantarlo, moverte tranquilamente y colocarte unos metros más allá en busca de la instantánea más interesante y hacerlo al momento. Con un trípode tendrías que ocupar muchísimo más espacio o montarlo y desmontarlo cada vez.
Además, necesitarás decidir previamente el encuadre antes de decidir dónde montarlo mientras que con el monopié si un encuadre no te convence puedes moverte al instante.
También te permite meterte entre las multitudes de una forma mucho menos arriesgada para el equipo y sin preocuparte de que alguien choque con una de las patas o tener que buscar un espacio amplio. La agilidad que te permite un monopié te permitirá no perderte nada de las ciudades más vibrantes.
Otro de los usos más interesantes del monopié en la fotografía de viajes es que te permite colocarte en esquinas y lugares estrechos logrando perspectivas muy interesantes.
Llévalo contigo cuando subas a torres y monumentos, asómate a balcones, ventanas, esquinas y logra vistas únicas y perspectivas mucho más emocionantes.
La movilidad que te permite el monopié será tu gran aliada para captar el ritmo de las ciudades. En los viajes, algunas de las ciudades más importantes como Nueva York, París, Londres, Tokio, Berlín o incluso Madrid, el asfalto y sus transeúntes se convierten en parte de sus señas de identidad.
El ajetreo de ciertos barrios, la hora punta laboral, o los mercadillos hacen que la fotografía de la calle sea uno de sus puntos más atractivos.
Uno de los usos más interesantes que puedes darle a tu monopié como fotógrafo de viajes y también como street photographer, es llevarlo por la calle con la cámara montada y fotografiar a los ciudadanos de los lugares en los que estás. Los pasos de cebra, los cruces, las calles más concurridas…
Podrás captarlo todo gracias al monopié. No importa si el semáforo no dura mucho tiempo en verde o si el ritmo de los peatones es muy rápido, el monopié te dará la agilidad y la estabilidad que necesitas para capturar estas fotografías.
Fotografía de Arthur Hidden
Si tu estilo de fotografía de viajes no está enfocado a grandes ciudades, sino a pequeños pueblos costeros o de interior, donde las multitudes son casi inexistentes y el ritmo de vida es más pausado, no creas que un monopié no te será de utilidad.
Siempre que quieras fotografiar cualquier actividad espontánea de los lugareños, el uso del monopié será de gran ayuda, ya que te permitirá fotografiar todos los momentos interesantes con estabilidad y eliminando la vibración y el temblor, mientras la actividad a fotografiar se desarrolla.
Otro de los usos más interesantes del monopié en la fotografía de viaje es su utilización en los museos e interiores. En los museos normalmente está prohibido entrar con trípodes, pero un monopié suele ser más aceptado. Así, podrás fotografiar tranquilamente obras que de otra forma no podrías o no con la misma calidad.
Además, el monopíe te permitirá fotografiar no solo los cuadros o las esculturas del museo, también el ambiente de los visitantes sin molestar u obstaculizar el paso. Así, podrás fotografiar el ambiente mucho mejor y con una calidad profesional y además tendrás el beneplácito de los vigilantes que no estarán detrás de ti todo el tiempo.
Una de las ventajas del uso del monopié como hemos dicho es su agilidad y versatilidad para movernos, y también a la hora de dejarlo para utilizar solo la cámara, es mucho más sencillo de montar y desmontar que por ejemplo un trípode.
Con lo cual nos permite cambiar de forma de acercarnos a los sujetos o los objetos que estemos fotografiando sin perder tiempo.
Fotografía de Bearfotos
Por último, una de las grandes ventajas del uso del monopié en fotografía de viajes es que es un accesorio “maleta-friendly” que se podría decir ahora. Es decir, el monopié es una de las herramientas de trabajo de un fotógrafo que menos pesa, y en comparación con un trípode cuenta con un menor peso y volumen.
A la hora de viajar y decidir qué llevas en la maleta y qué parte de tu equipo dejas en casa a veces, el peso y el volumen son fundamentales. Otras veces además, necesitas que no sea un problema en el medio de transporte elegido, por ejemplo que te lo permitan llevar en la cabina del avión y el monopié es perfecto porque ocupa muy poco espacio.
El monopié se almacena y transporta fácilmente, puedes llevarlo plegado y con el cabezal y la base separados y cabe en cualquier espacio. Por otra parte, según en qué medio viajes, puedes llevarlo incluso montado.
Y lo mejor, es que puedes usarlo como un bastón cuando no tienes tu cámara conectada. Más versátil imposible.
Así, que te animamos a que pruebes a incluir un monopié en tu. próximo viaje y disfrutes de su versatilidad y agilidad. A veces, la mejor fotografía de tu viaje no es la que tiene el encuadre más meditado sino la que consigue transmitir emociones y el uso del monopié te permitirá disfrutar de la espontaneidad y libertad para lograrlo.