Si estás montando tu estudio fotográfico, enseguida te habrás dando cuenta de que uno de los elementos más necesarios son los pies de estudio. Los pies de estudio son los grandes aliados para sujetar la mayoría de elementos con los que jugamos en un estudio: los flashes, los focos de luz continua, decorados, reflectores, paraguas de fotografía, softbox, etc.
Los pies de estudio te dan libertad e independencia a la hora de moverte por tu estudio fotográfico sin necesidad de contar con un ayudante que sujete los accesorios por ti. Además, te permiten colocar los elementos a la distancia y altura necesarias y volver a trabajar en las mismas condiciones al día siguiente.
¿Cómo colocar un pie de estudio?
A la hora de trabajar con pies de estudio solo hay un punto a tener en cuenta: la seguridad. Es fundamental dejar las patas totalmente abiertas, y si queremos modificar la altura, mover el pie hasta donde su capacidad nos permita, pero nunca abrir o cerrar las patas para conseguir ese cambio de altura. Si hacemos esto perdemos estabilidad y eso pone en riesgo el equipo que esté sosteniendo el pie. Esto es muy peligroso especialmente si lo que estamos sujetando con el pie es un flash o lámpara continua.
Una vez dicho esto, vamos a ver las 6 situaciones más comunes en las que necesitarás un pie de estudio.
1. Utilizar un pie de estudio para separar el flash de la cámara
Uno de los primeros elementos que suelen comprar los fotógrafos es un flash para acompañar a la cámara. Esto permite empezar a jugar con la luz sin depender de las condiciones lumínicas externas. Lo que sucede es que el flash en la cámara solo puede estar en una posición: frontal, encima de la cámara. Esto limita muchísimo las opciones de iluminación.
Una iluminación muy utilizada, sencilla y con grandes resultados consiste en poner el flash en un lateral. Esto abre un mundo de posibilidades dependiendo del ángulo entre la cámara y la lámpara y la distancia entre el modelo y el flash.
2. Pies de estudio para el reflector
Una vez que movemos el flash, también empezamos a crear sombras. Si queremos que la sombra en el otro lateral no sea muy dura, podremos combinarla con otro pie de estudio con un reflector que hará que rebote la luz e ilumine la zona más oscura.
Muchos fotógrafos cuentan con reflectores plegables. No pienses que al montar un estudio tendrás que desterrarlos o mantener a ese amigo como ayudante. Si contamos con un pie de estudio extra no necesitamos pedir a un ayudante o a nuestro propio modelo que sujete el reflector.
Con un brazo como este para el reflector, podrás utilizarlo en un pie de estudio sin tener que llamar a nadie y serás mucho más profesional con tus clientes.
Los reflectores además suelen tener poca estabilidad y se suelen mover. Un pie de estudio y un brazo para reflector te ayudarán a situar el reflector en el lugar deseado y evitar que se mueva.
3. Pies de estudio para softbox y paraguas de fotografía
Así, podemos empezar a jugar con distintos y variados esquemas de luz con uno, dos y hasta tres focos, y con otros elementos que también necesitarán pies de estudio como difusores o paraguas para fotografía.
4. Elévate más allá de tus posibilidades utilizando un pie de estudio como pértiga.
En ocasiones necesitas colocar el flash por encima del sujeto para iluminarlo desde arriba. En ese caso, el pie de estudio puede convertirse en un elemento fundamental. Solo necesitarás extenderlo al máximo y sujetarlo a modo de pértiga.
5.Utiliza los pies de estudio como soporte para fondos:
Con dos pies de estudio de calidad puedes incluso montarte un soporte para fondos, simplemente añadiendo una barra horizontal como esta:
No tendrás que comprar otro soporte, simplemente añadiendo una barra a dos pies de estudio, podrás colgar distintos fondos con los que crear diferentes ambientes, tanto para retratos como para objetos. Con ellos podrás ofrecer una mayor variedad visual de opciones.
No solo para sujetar un fondo diferente es necesario tener pies de estudio. Son fundamentales para iluminar el fondo. Con un pie de estudio bajo podemos iluminar y dar presencia a distintos fondos.
Así tendremos un pie de estudio para el flash, otro para el fondo y otro muy recomendable en caso de querer suavizar las sombras, para un segundo flash con softbox o un reflector.
También podemos focalizar la atención como en la fotografía de abajo, en un elemento, colocando el flash o la lámpara de luz continua sobre un pie de estudio bajo. Esto nos permite potenciar elementos como la pelota de baloncesto, así como crear fotografías artísticas de retrato y lograr efectos dramáticos.
Es importante para eso colocar la iluminación en un pie de estudio bajo.
6. Pies de estudios para exteriores
Hemos empezado hablando de los pies de estudio que puedes necesitar al montar tu propio estudio, pero también son fundamentales fuera de él. Por ejemplo, para el flash. Como decimos, en un principio el flash se sitúa en la cámara de forma frontal, pero enseguida verás que necesitas otro lateral o que preferirías tenerlo alejado de la cámara en un determinado ángulo y más cerca o lejos del sujeto. Esto mismo pasa en exteriores.
Si lo tuyo es la fotografía en exteriores, entonces el MG28 es el pie de estudio que necesitas. Es fabuloso para fotografías en la montaña porque permite colocar las patas a distintas alturas y ajustarse a terrenos desnivelados. Se adapta a cualquier terreno dando una gran libertad para colocarlos dónde y cómo los necesites.
Si no necesitas que sea tan alto, puedes utilizar el pie de estudio LT24 Air de la misma marca y con una de las secciones ajustable en altura y buena diámetro de base para buena estabilidad
Pies de estudio especiales
Como hemos dicho al principio es fundamental tener los pies de estudio bien abiertos para que nos ayuden a sujetar todos nuestros accesorios pero también es cierto que a veces la fotografía requiere rapidez o un ayudante y no tenemos ni tiempo ni ayudantes. Para ese tipo de trabajos es para el que se ha diseñado este pie de estudio: C8 automático con apertura rápida de Blue Photo Accesories.
Solo hay que desbloquear las patas con un ingenioso sistema automático y listo. Lo levantas y lo apoyas en el suelo y sus patas se abren de forma automática. No hace falta sujetar, ni bloquear las patas con la mano, se fijan al suelo hasta el límite máximo de apertura. Y todo esto con una sola mano.
Además su diseño te permite trabajar con todo montado y hacerlo incluso en espacios muy pequeños, Ideal si además necesitas moverte y cambiar la posición del flash a menudo, como por ejemplo en eventos o bodas.
Como veis los pies de estudio con uno de los elementos básicos en el día a día de un fotógrafo, aunque no tengan tanto protagonismo o no sean tan llamativos normalmente como los flashes, la cámara o los controles para sincronizar ambos.
Es fundamental buscar los adecuados para nuestras necesidades, especialmente teniendo en cuenta la altura máxima y mínima a la que necesitamos colocar focos y otros elementos y el peso que son capaces de sostener para poder elegir los más adecuados y combinarlos para distintas situaciones según vayan creciendo nuestras habilidades, nuestro equipo fotográfico y nuestras necesidades.