Consejos para trabajar con modelos. Dirección física y emocional.
Algo muy importante que muchos fotógrafos no enseñan a sus clientes y debería ser un valor añadido fundamental es el flujo de trabajo con modelos, dirección fisica y emocional de sus modelos.
Cuando trabajamos con modelos con experiencia todo va de maravilla, es cuando tratamos con clientes que se enfrentan por primera vez a una cámara cuando nos damos cuenta si realizamos o no un flujo de trabajo correcto con modelos.
Cuando trabajo con modelos divido mis sesiones en una parte técnica donde encuadro todo el trabajo que realizó de iluminación, peluquería, maquillaje, atrezo y otra parte de expresión corporal y emocional, más psicológica que haga que nuestras fotografías no carezcan de actitud.
Técnica:
Me preocupo que técnicamente todo este correcto, pongo a un maniquí o ayudante que me facilite la medición de las luces y procuro descargar de toda presión al modelo mientras termino de situar luces o realizar mediciones de luz con el fotómetro.
Una vez que tengo la luz que necesito y estoy contento con el resultado teniendo en mente la fotografía que quiero alcanzar comienzo a dirigir a mi modelo, previamente durante los preparativos ya he tenido tiempo de hablar con el modelo y romper el hielo.
A pesar de ello poner una cámara entre dos personas siempre implica presión y el resto de parafernalia de flashes hace que la tensión aumente.
Actitud del modelo:
El modelo debe pensar en alcanzar el objetivo de la fotografía a través de una expresión corporal adecuada y una actitud.
Mi recomendación para los no profesionales que no tienen naturalizadas estas actitudes es hacerlos sentir que son actores por un día y que se abandonen a mis indicaciones ya que es complicado que en una única sesión de trabajo naturalicen comportamientos publicitarios o emociones delante de la cámara.
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Todo es un proceso de aprendizaje y por lo tanto la expresión corporal o lenguaje corporal que utilizamos diariamente debemos aprender a utilizarlo de un modo consciente.
Por ejemplo una posición con los brazos en jarra muy recta y firme enfrentándose a la cámara podría ser una actitud muy de moda, en cambio una cabeza ladeada sobre el hombro acompañada de una breve sonrisa se inclina más a un inocente coqueteo.
Primeros pasos:
Primero daremos instrucciones físicas, como posicionar el cuerpo, piernas, brazos, pies, etc., y repetiremos la postura hasta que quede natural o salga de un modo automático, una vez que hemos cumplido este objetivo avanzamos a una parte más difícil que es creerse el papel que juega el modelo.
Debemos ayudarlo con nuestra voz, o con música pero cuidado no conviertas tu sesión de fotos en un concierto, tu voz debe prevalecer siempre sobre le tono general de la sesión. Intento conocerlos un poco antes para poder extrapolar ejemplos de la vida real con la que ellos se sientan identificados para que se puedan meter mejor en el papel y poder empatizar.
Por ejemplo, les hablo de cómo es un mal día en el trabajo si pretendo conseguir un gesto enfadado, así les resulta más fácil ponerse en situación.
Por qué lo hago en dos etapas, porque el cerebro pensara por pasos como poner un brazo mientras pone cara de enfadado, los ojos estarán pensando que tienen que hacer (dando una expresión de cara que no se corresponderá con el cuerpo) mientras que el cuerpo se moverá lentamente, necesito que la postura este naturalizada y salga sin pensar por memoria muscular para que el cerebro se centre en la emoción, la actitud y el papel que queremos conseguir.
Las sesiones de fotografía suelen ser agotadoras, si se hacen bien conllevan un duro trabajo físico y además un agotamiento emocional por parte de los dos, aquel que guía la emoción y el que la busca.
Que este proceso no lo tenga que explicar o salgan emociones sin guiar a los modelos es lo que requiero en alguien profesional que se pone delante de mi cámara, que me haga la vida más fácil por lo tanto mi trabajo es importante, entonces yo paso a despreocuparme de la parte psicológica y me vuelco más en la parte técnica o en la idea y producción que estemos llevando a cabo.
El ambiente adecuado:
Cuando un modelo o cliente se enfrenta por primera vez a una sesión de fotos, también me preocupo por el ambiente y lugar donde se realiza la sesión. Un ambiente adecuado ayuda a tener un estado de ánimo tranquilo y relajado.
Por eso procuro que mi estudio cumpla algunas premisas antes de una sesión. Esto incluye que el ordenador no esté muy lejos de la zona de fotos para poder repasar con el modelo o cliente el trabajo realizado.
Siempre tengo un tentempié preparado o se puede preparar en un break para dar un descanso.
Muy importante separar la comida del vestuario para que no se contamine la ropa con olores, esto se realiza siempre que realicéis catálogos de ropa y la sesión se alargue hasta la hora de comer.
Si la sesión cuenta con público intento poner a los invitados siempre fuera del alcance visual del modelo/cliente para que este no se desconcentre con las propias expresiones del público u otros participantes de la sesión.
Los cambiadores cerca de la zona de fotografía por si hay que hacer un cambio rápido
Si no tienes un ayudante de producción o dirección, tú como fotógrafo tendrás que ser el director de orquesta y estar en todos los frentes.
Este flujo de trabajo no se enseña a los clientes normalmente y repercute negativamente en los resultados si no tenemos la buena suerte de que al cliente le salga todo solo de un modo natural o tenga experiencia. Por eso considero que es un valor añadido a la hora de trabajar con modelos.
Como veis en la fotografía hay una parte psicológica muy importante y una parte técnica que conforman los pilares de toda producción fotográfica.
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