¿Cómo corregir las dominantes de color con filtros de corrección? Si alguna vez has necesitado realizar esta corrección quizá hayas pensado en la postproducción como una solución.
Hoy en día el abanico de posibilidades a nuestro alcance a la hora de editar una foto es muy amplio. Si disparamos en formato Raw, tenemos un margen de maniobra enorme y podemos corregir luces, sombras, temperatura de color, contraste, nitidez y muchos más aspectos de la imagen en post-producción. Incluso podemos hacerlo selectivamente, corrigiendo sólo las altas luces, o las sombras, o los rojos, etc.
Sin embargo, hay muchas más posibilidades y hoy vamos a ver distintos métodos de conseguir que el color de la imagen salga exactamente como lo queremos, directamente en la cámara, sin recurrir a la post-producción.
Para lograr corregir las dominantes de color podemos utilizar filtros y geles tanto de cámara como de flash.
Cómo corregir las dominantes de color con filtros y geles
El color de nuestra imagen depende principalmente del sujeto, de la luz incidente o la luz que rebota sobre el sujeto y el entorno, y la temperatura de color que hemos elegido en los ajustes de nuestra cámara.
Si en la escena hay algunos elementos de color que reflejan luz, hay alguna discrepancia entre la luz ambiente y el balance de blancos o hay fuentes de luz con distintas temperaturas de color, podrían aparecer dominantes de color en la imagen.
Lo que vamos a ver a continuación es: Cómo corregir las dominantes, tanto si queremos conseguir una iluminación neutra, como si queremos aprovecharlas para hacer un uso creativo de ellas utilizando filtros y geles.
¿Qué filtros utilizar para corregir las dominantes de color?
Los filtros disponibles vienen en todo tipo de tonos, desde más cálidos a más fríos, los hay para enroscar en la lente, como para poner en el flash. De estos últimos los hay universales, que valen para cualquier flash, y dedicados que son específicos para una marca y modelo determinado.
En un entorno de luz neutra, si ajustamos el balance de blancos de la cámara a la luz ambiente, nuestras imágenes tendrán un color neutro.
Por ejemplo, si estamos haciendo fotos delante de una fachada blanca un día soleado y ponemos el balance de blancos para luz exterior, las imágenes tendrán un tono correcto.
Si hacemos un retrato a alguien con esta luz, sus tonos de piel saldrían equilibrados, si hacemos una foto a un objeto, los colores del objeto serán exactamente como son en la realidad.
Pero si nos situamos delante de una fachada de un edificio pintado de amarillo a la cual le da el sol, teñirá toda la luz de amarillo y el retrato saldrá más cálido, o si estamos haciendo una foto de producto, sus colores no se corresponderán con la realidad y esto va a suponer un problema.
Lo mismo nos puede pasar si estamos haciendo fotos en interior con luces incandescentes, las bombillas de toda la vida, pero llega algo de luz de la ventana. Aunque hayamos corregido el balance de blancos para luz interior, la luz estará contaminada por una luz fría que viene de la ventana.
Fotografía de Syahroyni
¿Cómo puedo controlar las dominantes de color?
Las herramientas a nuestro alcance para controlar las dominantes son las siguientes:
- El balance de blancos de la cámara
- Los filtros de color que ponemos en el objetivo
- Los geles y filtros que aplicamos a las fuentes de luz.
La diferencia fundamental entre las dos primeras y la tercera es que las primeras dos afectarán a toda la imagen, mientras la tercera solo afectará a una parte de la imagen, lo que nos podría dar más control sobre ella.
Corrección con balance de blancos
Volvamos a nuestra foto delante de la fachada bañada por el sol. Para corregir la dominante amarilla de la luz tendremos que corregir el balance de blancos.
En muchos casos podemos confiar en el balance automático de la cámara, pero la manera más precisa será hacer un balance de blancos personalizado.
Para ello vamos a necesitar una cartulina blanca, o una escala de grises, a la cual haremos una foto para después aplicarla como balance de blancos a todas las demás. La cámara compensará la dominante amarilla convirtiéndolo en un blanco puro.
Aplicando este balance de blancos a todas las demás fotos, conseguiremos que la dominante amarilla desaparezca.
Podemos conseguir el mismo resultado con un filtro de cámara.
Corrección con filtro de cámara
Supongamos que por alguna razón no podemos modificar la temperatura de color, como sería el caso si estamos disparando en analógico. Si estuviéramos disparando sobre diapositiva, sin posibilidad de post-producción, y dado que la temperatura de color está dictada por la emulsión de la película, la única forma de corregir la dominante sería colocando un filtro delante del objetivo.
En cualquier caso, esta es una corrección que también podemos hacer en digital y que puede ser una forma rápida y sencilla de evitar la edición posterior o de reducirla. También puede ser una forma ideal de aumentar nuestra creatividad.
Para ello necesitaremos un filtro cuyo color es complementario a la dominante.
Ejemplos
En el caso de la pared amarilla este será un filtro azulado que enfriará la luz. Sea cual sea la dominante, vamos a elegir un filtro que esté al lado opuesto en la rueda de color.
Es decir, para una imagen verdosa, escogeremos morado/púrpura, para una azulada, filtro naranja y compensando la luz con el opuesto que es su complementario.
Las opciones que hemos visto hasta ahora afectan a toda la imagen. ¿Pero qué podemos hacer si solo queremos afectar parte de la imagen?
Si volvemos a la situación en la cual estamos en interiores, pero a nuestro sujeto le llega luz de la ventana, tendremos una luz cálida de un lado y otra fría del otro.
Es suficiente abrir Instagram para darnos cuenta de que abundan los retratos con fuentes de luz diferentes. Las posibilidades creativas que nos ofrece una situación de este tipo son enormes, y puede resultar muy expresivo que nuestro sujeto esté bañado por la luz cálida de un flexo, pero mire hacia fuera y le llegue una luz azulada desde la ventana.
La imagen que vemos a continuación es una doble exposición que consiste de dos disparos: uno con un flash frío y otro con uno cálido, ambos sobre el mismo negativo.
Sin embargo, supongamos que queremos evitarlo. Las opciones a nuestro alcance serían, o bien filtrar la luz de la ventana, o la del flexo.
Los geles y filtros que aplicamos a las fuentes de luz.
Si alguna vez has asistido a un rodaje de cine sabrás que se utilizan enormes fuentes de luz y los geles vienen en rollos de un metro de ancho porque es importantísimo controlar a la perfección la iluminación para poder recurrir lo menos posible a la post producción.
En este caso, casi seguramente se cubriría toda la ventana con un filtro cálido que igualará la luz exterior a la del flexo. Pero si no disponemos de metros de gel, podemos poner un gel azulado a la bombilla y esto nos dará una luz uniforme. Luego lo único que tendremos que hacer será cambiar el balance de blancos a luz exterior y la iluminación no tendrá dominantes.
Así podemos encontrar filtros y geles para flashes como estos filtros para flash redondo de Godox
De la misma forma, podemos encontrar filtros para focos de luz continua.
¿Qué sucede si en lugar de querer una luz equilibrada queremos darle una dominante determinada a nuestra imagen?
¿Cómo utilizar las dominantes en nuestra fotografía?
Aquí el abanico de posibilidades que nos ofrecen los filtros se amplía y la creatividad es nuestro único límite. Una vez más tenemos la posibilidad de cambiar el balance de blancos o usar un filtro en la cámara para modificar toda la luz, o usar filtros con los flashes para modificar solo una parte.
Fotografías de Yulia Plakhotnikova
En esta imagen han usado los filtros como attrezzo, demostrando un uso más que se puede hacer de ellos.
Están muy de moda las fotos con distintas temperaturas de color en la misma imagen. Iluminar a nuestro sujeto con una luz cálida en un entono azulado puede resultar muy efectista, y casi seguramente cosechará gran número de likes en instagram, pero además puede ser muy divertido.
Podemos usar filtros de distintos colores a cada lado del sujeto o incluso utilizar un flash diferente a la luz ambiente. Por ejemplo, podríamos modificar los parámetros de la cámara para que toda la imagen salga azulada y disparar un flash a nuestro sujeto con un filtro cálido.
Esto hará que el sujeto se separe aún más del fondo. En la imagen a continuación se utiliza un flash con un filtro cálido, pero el resto de la imagen está azulada, o bien por haberse iluminado con un flash con un filtro azul, o bien por haberse iluminado normalmente y haber enfríado el balance de blancos.
Fotografía de Polina Washinton
¿Corregir o no las dominantes de color?
Una vez que hayamos hecho nuestra foto, si está hecha en Raw, podremos modificar aún más nuestra imagen, perfeccionándola en post producción.
Sin embargo, es interesante entender las posibilidades que nos ofrecen los filtros para modificar la luz en cámara, para así tener más recursos a nuestro alcance, sin tener que depender de la post producción.
Si hemos corregido las dominantes, pero no a la perfección, corregir el balance de blancos a posteriori seguramente nos dará una imagen de mejor calidad que si no la hubiéramos filtrado para nada. Y si hemos hecho un uso más creativo de los filtros podremos matizarlos o acentuarlos, incluso selectivamente hasta conseguir con exactitud la imagen que queremos.
Una vez más, gracias a los filtros obtendremos resultados muy superiores a los que podemos conseguir únicamente dependiendo de la post producción.