Si ya sabes qué es un gimbal y cómo puede ayudarte en tus grabaciones, seguramente también habrás empezado a practicar con él. Mejora tus grabaciones con un gimbal y descubre los increíbles usos que ofrece. Sin embargo, seguramente no siempre salga la cosa como esperas, y es que además de la pericia practicando, hay algunas cosas que debes tener en cuenta.
Hoy vamos a ver cómo mejorar rápidamente tus grabaciones con un gimbal para lograr que sean profesionales de forma rápida y sencilla.
Calibración del gimbal. ¿Cómo se ajusta un gimbal?
Calibrar el gimbal no es más que ajustar el centro de gravedad de la cámara. Para eso, debes asegurarte de que los motores y la plataforma donde está colocada la cámara están equilibrados.
Se trata de comprobar que los movimientos de cada motor son correctos. Para hacerlo correctamente debes tener la cámara con el objetivo ya colocado, ya que el centro de gravedad de la cámara con un objetivo no es el mismo y se “caerá” hacia delante al colocar el objetivo posteriormente. Y no solo debes tener el objetivo colocado, es importante calibrarlo sin tapa y en la posición focal que vayamos a utilizar si es un zoom.
También revisa que el peso de la cámara en la plataforma está equilibrado. En caso de que no sea así, desplaza la cámara en la plataforma hacia delante o hacia atrás para asegurarte que no carga con todo el peso en un extremo de la misma.
Para revisar la calibración, es bueno seguir un orden para equilibrar cada uno de los motores. Comencemos por Tilt, el motor de la inclinación hacia arriba y hacia abajo. Desbloquea el eje de inclinación.
Ajusta el eje de inclinación, de manera que el objetivo de la cámara apunte hacia arriba. Asegúrate de que el peso de la cámara no esté descompensado hacia arriba o abajo. Si está desequilibrada hacia arriba, mueva la cámara hacia atrás. Si está desequilibrada hacia abajo, mueva la cámara hacia delante.
Es decir, comprueba que la cámara está estable en posición neutra y también cuando la cámara está “mirando al techo”. Mueve la cámara y asegúrate de que el movimiento es correcto. Si no es así, corrige. Comprobar que los movimientos que hace la cámara son correctos y que se mantiene estable, sin dar bandazos cuando la movemos o giramos, nos dará la seguridad que necesitamos para que los planos sean correctos.
Lo mismo debemos hacer con el eje Pan, el horizontal. En este caso debemos hacerlo tanto en posición vertical, como con el mango del gimbal en tumbado, en posición horizontal, para observar mejor la caída o estabilidad de la cámara. Por último hacemos lo mismo con el eje Roll o de rotación.
Elige Gran Angular en un gimbal para movimientos más sutiles
Cuanto más angular sea la lente que utilices menos se notará el movimiento y más estable será la toma. Por supuesto, si queremos el efecto contrario, no tenemos más que cambiar por un teleobjetivo.
Aprende a caminar con un gimbal amortiguando el paso
Este es uno de los factores tan determinantes como ajenos a la fotografía: es la forma de caminar. Al caminar normalmente no nos damos cuenta pero damos un ligero salto que aunque quede fluido gracias al gimbal es mejor eliminar al máximo. ¿Cómo?
Es necesario comenzar lentamente y utilizar todo el pie desde el talón a la punta. Talón punta, lo más suavemente posible, intentando sentir toda la planta del pie y amortiguando el paso.
Es algo parecido a lo que nos sucede cuando llevamos un recipiente lleno de líquido a punto de rebosar y no queremos que se derrame. Por eso, hay muchos fotógrafos que practican con vasos de agua y similares hasta que le van cogiendo el tranquillo. La clave: practicar y practicar para que nos salga el movimiento fluido y a una velocidad más o menos aceptable.
Ir sobre ruedas es una opción, pero aprender a caminar correctamente te dará más libertad.
Traveling siempre en modo pan
Muchos de los problemas con un gimbal surgen cuando este hace movimientos con los que no contamos. Entonces pensamos que no funciona correctamente y ponemos en duda el gimbal. Sin embargo, lo que sucede muchas veces es que, o bien no está calibrado, o bien tenemos activos más ejes de los que necesitamos.
Un ejemplo clásico es el fallo con los travelings. Para realizar un traveling muchos piensan que es necesario dejar tilt y pan activos por aquello de los temblores al andar o si el suelo es irregular. Esto no es necesario.
No es bueno dejar también el modo tilt cuando vas a seguir a alguien ya que el gimbal puede moverse al acercarte o alejarte del sujeto al que sigues y acabar enfocando al cielo o al suelo. De pronto la cámara hace un movimiento que no esperas y baja o sube más de lo esperado.
Entonces pierdes a la persona de plano y te quedas con su flequillo o con el cielo. Esto sucede porque no tenías el gimbal configurado correctamente. Deja solo el modo pan y verás cómo esta vez dominas el plano a la perfección.
Utiliza el Joystick
A pesar de que la mayoría de los gimbal incluyen un joystick no todos lo utilizan. Es cierto, que como a todo hay que acostumbrarse, pero una vez que lo haces, facilita mucho las cosas y hace que puedas jugar con los planos mucho más. Es perfecto para controlar la velocidad y la suavidad del movimiento de los ejes y nos permite un control total de ellos. También para los controles típicos de la cámara. En algunos, con el joystick virtual puedes crear efectos y otras opciones creativas que te harán subir de nivel.
Controles del gimbal FeiyuTech AK4500 para cámara DSLR
Busca un punto de referencia
Tanto para hacer paneos horizontales como para hacer travelings circulares o semicirculares, en definitiva, siempre que te muevas en horizontal es muy importante fijar un punto de referencia. Incluso si no hay una persona de referencia, y simplemente quieres mostrar una plaza, una playa, un paisaje.
Busca un elemento que te sirva de guía: el reloj de la torre del ayuntamiento, la cabeza de una estatua, el elemento central de la fuente en una plaza, un barco en el mar, una roca, una señal… Cualquier elemento que te sirva de guía y que se convierta en el punto central del movimiento. Lo importante es que sea un punto más o menos central en tu imagen y que esté lo más alejado posible.
Así el plano final quedará mucho más fluido y más potente que si no utilizas un punto de referencia.
Lo mismo sucede si quieres realizar el movimiento en vertical, aunque aquí se nota menos porque el recorrido suele ser más corto.
Convierte el gimbal en una grúa o un drone
Un gimbal se puede convertir en mucho más, con un poquito de maña. Si lo conectamos a un monopie podemos simular de forma bastante creíble efectos de grúa o incluso drone. Con el monopie extendido podemos elevarlo todo lo que éste nos permita y crear la misma sensación del movimiento de una grúa. Dependiendo de la longitud del monopie y el plano, podemos lograr incluso planos cenitales.
El gimbal nos permite gracias a su ligereza movernos fácilmente en cualquier dirección. Así también podemos crear planos mucho más envolventes y personales ya que podemos meter la cámara por lugares más estrechos como entre ramas de árboles o entre cortinas, entre rocas… Y dar una mayor intensidad a nuestros planos que antes era más difícil debido al espacio que ocupaba la grúa.
Estos planos, si los planificamos bien podemos hacerlos pasar también por planos de drones que se elevan y generar la misma sensación en el público utilizando únicamente un recurso: el gimbal.
¿Tienes algún otro truco para mejorar tus grabaciones con un gimbal? Cuéntanoslo en los comentarios.
